Desde dentro hacia fuera
Una mejor forma de vivir, aprender y amar (sólo disponible en catalán)
Dadi Janki
ISBN: 978-84-934304-9-8
N. págs. 104
Formato: 210 x 135 mm
Dadi Janki, una de las líderes espirituales de hoy, revela los pensamientos, los sentimientos y las actitudes que le han proporcionado fuerza interna, después de ponerlos en práctica durante toda la vida. Dadi tiene la absoluta convicción de que todos podemos acabar con nuestras preocupaciones, temores y pesares y cooperar en crear un mundo de felicidad. El libro trata sobre: El poder de la paz, del amor, de la pureza, de la felicidad y de la verdad divina.
Edición en catalán:
" DE DINS A FORA. Viure, aprendre i estimar millor." ISBN 978-84-934304-0-5.
EXTRACTO: CAPÍTULO 2 “EL PODER EL AMOR”
Todo lo que el alma necesita está en Dios
Alguien me preguntó una vez cuánto medito. Le respondí que, cuando uno realmente quiere a alguien y en su corazón siente que recibe de esa persona un beneficio ilimitado, no quiere dejar de recibirlo. Le parece que son inseparables y que están juntos todo el tiempo.
Existe todo ese poder en el amor de Dios. Es tan maravilloso. Es la verdad; revela la cualidad original del alma. Pone fin hasta al menor rastro de impureza. El fuego de ese amor arde de tal manera que toda la suciedad que hay dentro se disuelve, hasta que no queda nada más que la verdad.
Cuando me di cuenta del contraste entre la verdad y la falsedad, fui capaz de transformarme. La primera vez que vi la belleza de la verdad de Dios fue en India, a mediados de la década de 1930; estaba presente en Prajapita Brahma, el fundador de la universidad espiritual a la que he dedicado mi vida.
Después de llenarme del amor y la sabiduría de Dios, compruebo que ver esa verdad en mí ayuda a otros a darse cuenta de ese contraste y a menudo sirve de inspiración para provocar un cambio.
La mente siempre se siente atraída y se instala en un lugar en el cual hay una profunda sensación de pertenencia y de consecución, que es lo que la mente experimenta en su conexión con Dios.
Todos quieren sentir esa sensación de pertenencia. Hasta los animales domésticos quieren de verdad que sus amos los quieran y los aprecien. Entonces, el perro protege la casa y no deja entrar a los extraños.
El alma necesita profundamente la sensación de pertenecer y la encuentra en Dios cuando se le recuerda su propia naturaleza eterna de paz, amor, poder, pureza y felicidad y, a través de ella, recuerda a Dios y redescubre todo lo que Dios puede hacer.
Todo lo que el alma necesita está en Dios. Eso incluye todas las relaciones: madre, padre, maestro, amigo, guía, amado. Cuando Dios se vuelve el centro de la vida del alma, ésta encuentra la sensación profunda de pertenecer, de paz, de haber encontrado su hogar, en la cual recibe verdad y amor, y esa verdad y ese amor producen poder.
Todo lo que ocurre dentro de una persona se exterioriza en su vida, de modo que, aunque yo, como el alma interior, me distingo del cerebro y del cuerpo, sin embargo, lo que ocurra en mi interior dejará una impresión en el cuerpo y saldrá en mis actos y en mis relaciones.
De lo que piense y de lo que sienta dependerá mi actitud con respecto a la vida y mi visión con respecto a los demás.