Imprimir
Última actualización: 17 Noviembre 2025

por Maria-Dulce Rocha

El subconsciente es parte de la anatomía del alma y tiene una misión crucial: crear la realidad que establecemos. Todo lo que hacemos, decimos, pensamos y, sobre todo, sentimos, se convierte en una orden real o patrón de pensamientos y acciones. Tan pronto como tenemos algún sentimiento sobre una situación, ya estamos reaccionando, por lo que se almacena y se convertirá en un patrón, lo que significa que volverá a suceder una y otra vez en el futuro.

 

El subconsciente trabaja en nuestro nombre. Almacena para nosotros todo lo que pensamos, sentimos y actuamos. En el momento en que tenemos sentimientos sobre algo o alguien, esos sentimientos se almacenan automáticamente en el subconsciente. Una vez almacenados, emergerán de forma natural cuando se desencadenen provocados por algún evento o conversación. Esto sucederá una y otra vez, incluso en contra de nuestra voluntad, hasta que este patrón comienza a definirnos. Podemos tomar conciencia de ello y decidir conscientemente cambiar. Sin embargo, la mayoría de nosotros no somos conscientes de esto.

En realidad, el papel del subconsciente es enorme. Es capaz de transformarnos, transformar nuestros hábitos, nuestro desempeño, si simplemente aprendemos a usarlo a nuestro favor y para bien. Si queremos cambiar, tenemos que cambiar el “mandato” o “patrón”. Esto significa que tenemos que crear un sentimiento diferente, o nuevo, sobre una situación o persona específica, de manera positiva para que nos sirva y nos permita salir de esa situación que quiero cambiar o transformar en mí. Esto se puede hacer a través de la comprensión (nunca sabremos por lo que esa persona ha pasado en la vida), la aceptación (permitirle ser ella misma, sin importar lo que pase; se está comportando de esa manera por una razón de la que nosotros, e incluso ella, no somos conscientes), el perdón (estar desapegados, permitiendo que otros desempeñen su papel en este gran teatro de la vida).

Esta programación positiva puede parecer que no tiene ningún efecto por un tiempo, pero mientras sepamos que la nueva programación es la manera correcta de sentir, pensar y actuar, entonces en algún momento se convertirá en parte de nuestra naturaleza, más temprano que tarde. Es extremadamente importante crear esa nueva realidad positiva en el ahora, sintiéndola intensamente como si la transformación ya hubiera ocurrido y ahora fuera una realidad.

En términos prácticos, los patrones de pensamiento y los hábitos de conducta se han establecido durante un largo período de tiempo. Por lo tanto, no es suficiente “reprogramarlos” una sola vez. La persistencia es la clave para anular los hábitos a largo plazo. En otras palabras, tenemos que aplicar repetidamente el nuevo patrón de conducta, cada vez que surjan los viejos patrones, hasta que se inculque de forma natural. Entonces descubriremos que ha funcionado y habremos comenzado a establecer una forma de vivir sostenible.

El subconsciente es nuestra “varita mágica”, que debe usarse de manera valiosa y digna para que pueda servirnos a nosotros y al mundo, rebobinando cualquier experiencia negativa del pasado y estableciendo una nueva forma de verla y sentirla; seguir desapegándonos de lo peor mientras nos inspiramos en lo mejor.

No hay nada mejor para enfriar nuestra mente consciente que practicar la meditación. Esta práctica no es solo una forma de calmarnos y relajarnos, algo esencial para el bienestar, sino también un medio para reflexionar sobre cómo estamos progresando y centrarnos en la mejor manera de tener éxito sobre mis deseos de cambio y transformación. La meditación es una herramienta increíble para ayudar a nuestra mente subconsciente a funcionar en nuestro beneficio.

María-Dulce Rocha , es practicante cualificada de PNL y terapias holísticas. Es profesora de Rajyoga en Brahma Kumaris Londres, Reino Unido.

THE DAILY GUARDIAN 15 DE FEBRERO 2025 Nueva Delhi