Hay una parte de ti que es perfecta y pura, y que no se ve afectada por las características imperfectas que has adquirido viviendo en un mundo imperfecto.
Está llena de cualidades divinas, de modo que su estado es de constante plenitud de recursos y bienestar. Su ausencia total de conflictos y de negatividad la convierte en un punto de quietud, una profunda enriquecedora experiencia, y de silencio. Busca tiempo para intentar llegar a este lugar interno de silencio. Ello te procurará un beneficio incalculable.
Ante todo te permitirá controlar mejor tus pensamientos. Descubrirás, por ejemplo, que no hay necesidad de pensar tanto como lo haces; que te bastará sentarte en silencio para que mucho de lo que necesitas surja sin esfuerzo.
En segundo lugar, la experiencia del silencio te libera de las amarras de tu programación y condicionamiento negativos. Experimentarás más fácilmente la verdad de tu paz y dignidad internas, lo cual te ayudará a su vez a mantener la mente enfocada.
En tercer lugar, el poder del silencio puede compartirse. A medida que aumentas tu experiencia del silencio, tu fortaleza puede ayudar a quienes no la tienen para que continúen en sus esfuerzos por desarrollar el ser y experimentar la paz. Tu reserva de silencio, sumada a pensamientos verdaderos y poderosos, ayudará a los demás a liberarse de lo limitado para alcanzar lo ilimitado y lo divino.
Hace mucho bien dejar atrás los pensamientos y palabras y quedarse quieto por un rato. Es enormemente refrescante y nutritivo, y crea hábito. El amor por la introversión espiritual, la soledad y el silencio complementa nuestra vida de una manera hermosa.
Extracto del libro:
Palabras y sabiduría de una de las grandes líderes espirituales del mundo
COMPAÑERA DE DIOS
Dadi Janki
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