¡La ira es una alteración de la paz interior que yo mismo he creado! Si dejo de intentar controlar a los demás y las situaciones y acepto tanto a las personas como al mundo tal como son a cada instante, nunca se volverá a nublar la mente de rabia. Puede ser así de sencillo (¡y para algunos lo es!). Mientras tanto, la mayoría de nosotros hemos aprendido y cultivado el profundo hábito de enojarnos, o sea que quizás ya sea hora de aprender a afrontarlo cuando surja.
Para ello, el primer paso es aprender a ser más consciente de uno mismo, lo cual nos advertirá de la ira en sus primeras etapas. La irritación es el primer signo de que la conciencia está agitada. Cuando la irritación empiece a aparecer hay que observar esta sensación y recordar que somos totalmente responsables de la creación de nuestro estado de irritación, este es el segundo paso.
El tercero es aceptar su presencia. Si intentamos resistirnos la irritación volverá con más fuerza. Así que hablamos con ella: «¡hola ira, ya has vuelto!»; sonreímos y la abrazamos pero no la alimentamos.
Al conversar con la irritación/ira automáticamente damos el cuarto paso, que consiste en distanciarnos de ella y observar la emoción (recordar que no somos las emociones). Todas las emociones desaparecen al ser observadas. Somos sus creadores y ellas son nuestra creación. Por lo tanto, no debemos identificarnos con la emoción, no debemos apegarnos a ella, solo tenemos que observarla.
Y, para acabar con ella, debemos sintonizarnos, ir al centro del huracán, al núcleo de nuestra conciencia. Si aprendemos a ir allí, siempre encontraremos paz y fuerza interior. El método para sintonizar o «conectar» con el centro del ser es el más antiguo del mundo. Se trata de la meditación. Aprendamos a meditar.
La meditación no es una técnica, sino más bien el proceso de expandir la conciencia. Al principio será útil verlo en retrospectiva, reservando cinco minutos al final del día para repasar la jornada a la luz de los cinco pasos. Con el tiempo asimilaremos el proceso y podremos aplicarlo en las situaciones reales y en el momento en el que ocurren.
Extracto del libro:
Transformar la ira en calma interior.
Claves para recuperar tu equilibrio emocional
Ed. ONIRO. El árbol de la vida
Mike George
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