Si logra ver el valor y vislumbrar los beneficios que le depara hacer un pequeño trabajo dentro de su yo, estar más autoconsciente, recuperar su poder personal, aprender cómo no ser una víctima, entonces, otro será el resultado que obtenga en este mundo, primero con la experiencia de su propia vida y luego, con la de los demás. No hay nada más cierto que, cuando cambiamos un pequeño hábito, alguien en nuestra vida lo notará, y en ese momento, también habrá cambiado.
Si está preparado para hacer algún “trabajo interior”, recuperar su poder espiritual y comenzar a irradiar en el mundo las energías sutiles del amor y la paz que ya se encuentran en el centro de su corazón, entonces, usted cambiará al mundo. Es probable que no sepa con exactitud qué es lo que ha modificado, pero sabrá que, de alguna manera, ha sido un instrumento.
Y, ¿qué podemos hacer para empezar? El término “hacer” no es totalmente exacto, porque los orígenes de todo lo que hacemos pueden hallarse en el interior de nuestra conciencia, dentro de nuestra mente e intelecto. A esto se lo conoce como el modo de “ser”. Somos seres humanos, no hacedores humanos, y todo cuanto hacemos surge de nuestro modo de ser.
Por lo tanto, ser es la primera acción. De ahí que esta estrategia del cambio personal se dirige, en verdad, hacia el hecho de volver a despertar nuestra capacidad de elegir y crear nuestro modo de ser.
Extracto del libro:
7 estrategias para liberarse del estrés.
El factor ¡Ajá!
Ed. Kier
Mike George
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