El poder de Retraerse. Hay momentos en la vida en los que necesito retirar mi energía de una determinada situación. A veces puedo dar mentalmente un paso atrás, ubicarme en el balcón a observar al resto o incluso a mí misma. Y hay veces en que necesito salir e irme por completo del lugar. Pienso cómo será para un astronauta, alguien que ve el planeta Tierra por primera vez desde el espacio, desde el lugar más retirado posible. Su perspectiva seguro será muy diferente.
El poder de Soltar. Siento el pasado como si fueran cadenas que me atan fuertemente a cosas irrelevantes que ya no funcionan ni me ayudan. Si es cierto que la mayoría de mis pensamientos son de algún modo sobre el pasado, y si es cierto que mis pensamientos crean mi futuro, entonces, a menos que detenga esa dinámica mental desgastadora estoy condenada a volver a generar lo pasado. Por eso, voy a hacer algo: dejar que estos pensamientos se eleven hasta perderse, y mientras más se alejen, más liviana me sentiré y más quieta se volverá mi mente.
El poder de Tolerar. Nada en el mundo es perfecto. Hay veces en que las cosas no son para nada como me gustaría, y hay veces en que termino siguiendo la huella de la energía negativa de otra persona. Pero si quiero mantenerme fuerte y feliz no me puedo permitir reaccionar ante todo, o tomarme todo de manera personal. Un árbol le da sombra y descanso incluso a quien lo tala. Así, también yo debo estar por encima de los insultos. Cuando una tempestad ataca el árbol, este no se defiende, no se toma la tempestad como algo personal. Se sacude y balancea... hasta que la tempestad se acaba.
El poder de Aceptar. Cuanto dolor se produce por la porfía de mi ego en no aceptar “lo que es” e insistir en aferrarme a lo que “debe ser”. Sin embargo, enfrentar la realidad tiene un sentido: Aceptar “lo que es”... y luego escuchar qué sigue. Soltar el control. Aprender a confiar, y mientras fluyo sin esfuerzo por entre las curvas de este recorrido, la vida se hace tan fácil como la de un río que avanza hacia el océano.
Extracto del libro:
LAS CUATRO CARAS DE LA MUJER
Caroline Ward
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