En estos momentos de trastorno, todas las personas del mundo necesitan buenos sentimientos llenos de amor, sentimientos puros, oraciones y meditaciones por la paz. Los seres humanos son instrumentos para la guerra y son también instrumentos para la paz. El acto más poderoso que podemos realizar en estos momentos es crear una atmósfera de paz a través de nuestros pensamientos y vibraciones, no sólo con las palabras.
Para poder hacer esto necesitamos el poder de Dios. A través de nuestra relación con Dios recibimos virtudes que fortalecen al alma. Esto hará que nuestras acciones sean constructivas y nuestras interacciones estén llenas de espiritualidad.
Así podemos convertirnos en verdaderos instrumentos de Dios para servir a todas las almas del mundo, sin discriminación por ideales ni creencias. Ver a todos como hijos de Dios que forman parte de nuestra familia humana. Nuestro único deseo es ayudar a todos y capacitarles a experimentar el amor de Dios y la verdadera paz. Sólo así la paz puede retornar a nuestro mundo.
Comentarios. 0