El entusiasmo es la clave principal para sentirse en plenitud. Actúa como una doble inyección de energía: mantiene el yo muy positivo y alejado del influjo de la negatividad al tiempo que hace que los demás se sientan esperanzados. Es como si el entusiasmo abriera una ventana y «despegara» a los demás de una mentalidad cerrada, del pesimismo o del desaliento. El entusiasmo nos hace tener fe en la realidad de otras posibilidades.
Para crear entusiasmo hay que tener fe en la bondad de la vida y en la bondad del yo y de los demás. Hay que creer que no importa lo que ocurra, no importa lo triste o incomprensible que algo pueda parecer, porque detrás de este tupido velo hay una lección que aprender o un beneficio inesperado.
Este entusiasmo nos aporta fuerza y orientación cuando la espiral de nuestros pensamientos escapa a nuestro control o gira incansablemente alrededor de lo mismo. Además, es una buena terapia para un corazón herido cuando emociones como el resentimiento, el orgullo herido y el rechazo consumen nuestra buena voluntad y espontaneidad.
Extracto del libro:
Sentirse en plenitud
Reflexiones para mejorar tu vida
Ed. Brahma Kumaris
Dadi Janki
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