La comprensión del yo y representar tu papel como un observador proporciona mucha felicidad y alegría. Nunca hay confusión ni perplejidad, solo hay felicidad y relaciones fáciles y armoniosas.
En realidad, la felicidad no se puede explicar. La verdadera felicidad interior se revela en forma de brillo en la cara y en las facciones, en el caminar y moverse, en la manera de relacionarse con los demás.
Las personas que conocen esta felicidad interior están radiantes y son auténticas. Se saben con tanta suerte que lo único que desean es que todo el mundo sea feliz, como ellos. Tienen el sonido en su interior, ¡que todos vivan en felicidad!
Con las vibraciones de los pensamientos de felicidad, estando en felicidad se puede enseñar a otros el arte de volar.
Extracto del libro:
De dins a fora.
Viure, aprendre i estimar millor
Ed. Brahma Kumaris
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