Pensar, sentir o hacer de diferente manera

Cambiar la calidad de nuestra experiencia vital significa elegir la calidad de nuestra vida interior. El cambio comienza por el reconocimiento y la aceptación de que cualquier dolor o sufrimiento es antinatural y de que en nuestra consciencia hay algo que debe transformarse.

Sin embargo, a menudo nos sentimos incapaces de cambiar nuestra habitual percepción de nosotros mismos como víctimas porque uno de nuestros hábitos más profundos es atribuirle el dolor a alguien. Nos olvidamos de que, sin importar lo que suceda a nuestro alrededor, solo nosotros somos responsables de nuestros propios pensamientos y sentimientos. Nadie puede hacernos sentir nada sin nuestro permiso.

El conocimiento y la comprensión exactos del espíritu nos recuerdan que todo dolor o sufrimiento existe porque hemos perdido nuestra auténtica consciencia. Y, aun así, ¡todo está bien! Aunque el dolor no sea natural, es parte del plan; es el precio que todos pagamos por nuestra amnesia espiritual, por permanecer dormidos ante quiénes somos y antes lo que somos.

El camino a casa y nuestro auténtico despertar comienzan con la aceptación de que dondequiera que estemos es donde tenemos que estar en ese momento específico, y lo que experimentamos es lo que tenemos que experimentar. En vez de tratar de escapar de una situación difícil, tenemos que comprender que nos encontramos inmersos en el proceso de aprender más acerca de nosotros.

En lugar de atribuirle a alguien o a alguna circunstancia nuestro malestar mental o emocional, que en realidad no es sino una forma de pérdida de poder, sacaremos un mayor provecho si reconocemos que somos absolutamente responsables de cualquier pensamiento, sentimiento o emoción que experimentemos en ese momento. Esta aceptación de la responsabilidad personal es el inicio del fortalecimiento de nosotros mismos.

Si nuestra experiencia es de dolor o malestar, es una señal de que no estamos creando la calidad de pensamientos y sentimientos más alta o de que no estamos haciendo lo correcto a nivel de la acción. Si somos capaces de tomar consciencia de la señal que el sufrimiento nos envía y valoramos su mensaje, admitiremos que hay cosas que tenemos que pensar, sentir o hacer de diferente manera para liberarnos de la cárcel que nosotros mismos nos imponemos.

Extracto del libro:
A la luz de la meditación.
Una guía para editar y alcanzar el desarrollo espiritual
Ed. Kier
Mike George

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