por Chirya Risely
“… el mayor desafío de estar vivo es presenciar la injusticia en el mundo y no permitir que nuestra luz se apague”. Thich Nhat Hanh.
“La Tierra puede ser un paraíso o un infierno. Actualmente, el mundo está obsesionado con el poder de controlar, que encarcela, abusa, coloniza y mucho más. Este poder de controlar implica la capacidad de utilizar el método del palo y la zanahoria del poder económico y militar para hacer que los demás hagan según sea tu voluntad”. Joseph Nye.
Aquí, las “zanahorias” representan incentivos como la reducción de las barreras comerciales, la oferta de una alianza o la promesa de protección militar. Sin embargo, las personas y los países de todo el mundo ahora están mirando desde otro ángulo y están utilizando un enfoque nuevo para explorar un poder interior auténtico conocido como poder de influencia, un enfoque no violento y pacífico de la vida. A nivel nacional, el poder de influencia se refiere a la capacidad de una nación para inspirar en los demás a través de medios no coercitivos, como la cultura, la diplomacia y la persuasión en lugar de armas y misiles. Por ejemplo, cinco pilares del poder de influencia de la India son la dignidad, el diálogo, la prosperidad compartida, la seguridad regional y mundial y los vínculos culturales y de civilización. Estos se emplean y consiguen mejorar la capacidad inspiradora de la India en los demás países. El poder de influencia proviene del alma. Somos la suma total de las cualidades básicas puras del alma: paz, amor y alegría, y de todo lo bueno que hay en nuestro interior. Ser consciente de nuestra verdadera identidad como alma pensante eterna, separada del cuerpo, y de esta manera ser instrumentos, desapegados pero amorosos, que crean una paz y una felicidad ilimitadas en el interior. El poder de influencia es poder espiritual que nos permite gestionar nuestras emociones, concentrarnos y realinear nuestros valores, dando poder a nuestras vidas y contribuir a la co-creación de un futuro mejor y más brillante.
La ciencia médica ha demostrado que nuestro estado emocional juega un enorme papel en la determinación de nuestra salud, bienestar y en nuestra capacidad de uso del poder. Nadie puede hacernos sentir felices, heridos o impotentes. Es nuestra conversación interna sobre nuestro comportamiento lo que determina cómo nos sentimos. La preocupación, la ansiedad, el dolor, la ira y el miedo tienen un gran impacto en nuestra salud física y mental. Es la calidad de nuestra conciencia, controladora o inspiradora, la que conduce al uso correcto del poder y la implementación de soluciones no violentas. También necesitamos comunicarnos y confiar en la relación con una fuente superior. La base del poder de influencia es saber que “Dios es el que está haciendo y nos hace hacer”.
Como Dios es todopoderoso e imperecedero, nunca nos abandonará. “Querido Dios, mi Padre más sabio, a menudo me susurras: “Conviértete en una rosa; no sigas siendo una espina. Esparce la fragancia del yo”. Ser una cosa por dentro y otra por fuera, quejarme de mí mismo y de los demás, permitir que la preocupación y la duda gobiernen mi mente, tener miedo de las personas simplemente porque piensan de manera diferente, ahora veo plenamente que estas actitudes crean el infierno. Puesto que lo he creado para mí mismo, también tengo la capacidad de cambiarlo, pero ciertamente necesito de Tu cooperación.” (De “En el corazón de Dios”, de Anthony Strano).
Necesitamos examinarnos. ¿Cuánto amor tengo por el Padre? ¿Hasta qué punto tengo virtudes divinas? La forma de desarrollar y utilizar el poder de influencia es estar conectado con Dios constantemente, lleno de humildad, y servir en el recuerdo de Dios con mucha liviandad, sabiendo que todo el crédito de nuestro servicio pertenece a Dios.
Chirya Risely, es una profesora de meditación Rajyoga con base en el Brahma Kumaris Peace Village Retreat Center, EE. UU
THE DAILY GUARDIAN 15 DE FEBRERO 2025 Nueva Delhi